Gusceleste escribió:A veces tratamos las cosas con demasiada liviandad. Por caso, esta cuestión de Los Pibes vs Ruso o vs Referentes/veteranos que artificialmente se ha instalado en este Portal. Deberíamos pensar que los jugadores jóvenes que tiene Belgrano están pasando por un proceso formativo que dirige el Ruso. No hay magia en esto. Hay cientos de horas de entrenamiento físico y con pelota, de aprender disciplina táctica, de reforzar la técnica individual, de grabar ciertos automatismos y jugadas. Alguien recuerda cómo era el Chinito uno o dos torneos atrás? Ni siquiera había terminado de desarrollarse físicamente. Ahora corre los 90', pone el cuerpo y puede desarrollar su clase de crack. No es con media horneada como se fabrica un buen jugador. Son horas de preparación. Y la figura de Zielinski ha sido esencial en esta maduración. Y también la de los referentes, aquí detestados, que transmiten experiencia, códigos, valores y, por qué no, ciertas mañas y malicia indispensables para sobrevivir en un campo de juego. Esa transmisión de veteranos a jóvenes se hace en el entreno/vestuario, bajo la mirada del Ruso, el Bicho y el resto del CT. Quién más capacitado que el DT para ver cuando soltarles soga a los chicos y hacerlos encajar en un orden táctico que es lo que nos ha permitido mantenernos decorosamente en primera división. Cuántas veces vimos que las promesas o proyectos quedan sólo en eso porque se les sube el narciso de golpe o se pierden por la cuneta gracias a intermediarios inescrupulosos? No jodamos, el Ruso ha sido indispensable para este presente de Belgrano y también para su futuro. Ahora sólo habría que acertar con un par de refuerzos y no desprendernos de lo que ha costado tanto formar.
Es cierto que tratamos las cosas con demasiada liviandad. Todos, absolutamente todos. No sólo analizamos con liviandad las cosas sin saber exactamente qué pasa en Villa Esquiú o en los vestuarios del Chateau, sino que analizamos con liviandad la opinión de los otros, pretendiendo que las nuestras son las más profundas. Es la lógica de la dialécta de los foros, en los que encima se suma un componente en los que opina más la pasión que la razón. Es tan opinable de por sí esto que, indefectiblemente, es imposible ser profundo y llegar a la verdad de la verdad.
Dicho esto, en mi caso particular entiendo absolutamente que los juveniles cumplen un proceso para poder consolidarse en primera, como el que cumple cualquier novato para quedar efectivo en una empresa, tanto como considero que el hecho de que el equipo de los últimos partidos haya estado integrado preferentemente por ellos no se debió a que les hayan terminado de soltar la soga en el momento adecuado, sino más bien a que quienes la tenían atada perdieron la cinchada a fuerza de suspensiones y lesiones. Léase: si el
Picante no se lesionaba, no le soltaban la soga a
Márquez; si
Teté no se lesionaba y
Farré no tenía amarillas, no aparecían ni
Parodi, ni
Pitti, ni
Rivadero; si
Velázquez no se lesionaba no veíamos dos volantes ofensivos como el
Chino y
Rigoni juntos en cancha. Y digo que eso no pasaba, porque no pasó en todo el torneo. Cuando
Aveldaño,
Teté,
Farré, o el
Picante estuvieron en condiciones, nunca salieron.
Velázquez es el único que algún partido se quedó en el banco.
Entonces, puede que yo exagere cuando creo que a los referentes se les ha tenido una paciencia muuuuuy superior a la que debía tenérseles, y por antonomasia no se bancó a los pibes como se los debería haber bancado; tanto como creo que no estoy tan desacertado en opinar, con las pruebas en la mano, que el piberío entró a la cancha más por necesidad que por convicción.
El tema, es que es un juego en que todos consideran que ganan: los más defensores del
Ruso, porque dicen que, al fin y al cabo, con todos los bemoles que puedan considerarse, él fue el que puso a los pibes; y los más críticos, porque cuando se paró un equipo con más pibes como se venía pidiendo desde principios de año, el equipo cambió tal como ellos lo presagiaban. Así, está claro que nunca nos vamos a poner de acuerdo.
Desde mi mirada, lo que sí ahora observo y antes no, es que el
Ruso parece haber notado nota de los rendimientos y haber comenzado a medir con una vara similar a unos y a otros. El caso del
Picante, al que no se le garantizó la titularidad, es un atisbo de que algo cambió, sumado a las declaraciones de
Pérez sobre que los referentes son profesionales a los que hay que guardarles el debido respeto pero que "cobran por su trabajo y saben las reglas de juego del deporte" (palabras más, menos, así lo dijo en Radio Sucesos), me invitan a pensar que ahora sí el cambio de ciclo, al menos por el lado del plantel, comenzó. Para mi gusto tarde, pero al menos no cuando ya era irreversible. Espero que la pretemporada lo confirme.
Sdos.