por teckza_pirata » Dom May 09, 2010 5:09 pm
mas allá q lo mas fácil y lo q a todos nos sale de una decir q el culpable fue Primo (por razones obvias)... yo creo q la nota q salió hoy en Mundo D es MUY acertada:
Por Gustavo Aro
“Cómo me gustaría estar en Primera, para ganarle a Boca...”, es una vieja canción que a mediados de los ‘80 solía cantar la hinchada de Belgrano. La melodía, en formato vinilo, ya no se escucha en Alberdi. Quizá porque nunca dieron el salto de modernización para convertirla en formato MP3.
Quizá porque los sueños de llegar a la máxima categoría del fútbol argentino son cada vez más irreales (para la B, no para los dos equipos que todos los años ascienden). Quizá porque una cadena de errores llevaron a este Belgrano a estancarse otro año en el invierno que es la B Nacional, una categoría que, salvo los primeros cinco años desde su creación, siempre fue un trampolín para Belgrano. Pero aquello es pasado, pasado bien lejano. Hoy, la realidad le marca al sufrido hincha pirata que la divisional lo tiene atado del cuello y no piensa soltarlo.
¿Es una frustración deportiva no ascender? Para instituciones como Belgrano, que sólo viven del fútbol, sí lo es. Como club, Belgrano no le ofrece nada más a sus socios que un lugar en la platea o en la preferencial para ver 19 partidos y eventualmente un partido de promoción (esta temporada sólo 19 juegos, ya que se quedó sin premio consuelo).
Para el resto de la legión pirata (integrada por los hinchas que no son socios), el fútbol es el motor que los moviliza y a un sector de ellos poco les importa si el predio concesionado de Villa Esquiú es la envidia de otras instituciones. Belgrano no es sólo un predio con yacuzis.
Belgrano es una pasión callejera que se retroalimenta con triunfos en el campo de juego y hoy, eso no existe. Pasando en limpio: el Celeste es un club gerenciado, institucional y económicamente ordenado (lo que es una muy buena noticia), pero deportivamente suma frustraciones año tras año (esto siempre será una mala noticia).
Hace menos de un año, el 17 de julio de 2009, Omar Labruna anunciaba que se había puesto de acuerdo con Armando Pérez, el gerenciador del club, en lo que querían: ser campeones. “Así de simple: no sólo ascender, sino ser campeones. Es algo lógico... Queremos el ascenso, pero que Belgrano gane el campeonato y en eso nos pusimos de acuerdo rápidamente. Por eso pudimos arreglar mi continuidad”, le decía Labruna a La Voz del Interior. Error por donde se lo mire. Profecía equivocada. No sólo que Belgrano no ascendió (ni siquiera clasificó a la “promo”) sino que el DT se tuvo que ir antes de la cuarta fecha, después de empatar un partido y perder dos. Chau proyecto, chau coincidencias con Pérez.
El empate de Instituto ayer en Santa Fe ante Unión le cortó a Belgrano la soga que lo mantenía vivo en este torneo para que no cayera al vacío. Se quedó sin nada. Mañana recibirá a Aldosivi en el Gigante de Alberdi con expectativas casi nulas, apenas las de ganar para sostener el buen colchón de puntos que acumula en el promedio para el descenso, hoy por hoy el único patrimonio tangible, lo único que se percibe de manera precisa: la permanencia en la categoría.
Lo más cerca que estuvo Belgrano este año del ascenso fue la ilusión de una remontada con sabor a hazaña que nunca se concretó. Perdió puntos increíbles y sufrió derrotas inimaginables en otro contexto histórico (3-0 con Sportivo Italiano, por ejemplo). Hoy está pagando los errores de algunos desajustes estratégicos, tales como la elección de los técnicos: tres en una temporada que pintaba para que la “B” se los comiera crudos a sus rivales. Qué se los va a comer. El mencionado Italiano (Belgrano le sacó tres puntos de seis) y Boca Unidos de Corrientes (uno de seis, con arbitraje polémico y penal regalado al Pirata en Alberdi), son dos de los equipos que ascendieron esta temporada y a los que el Pirata no les hizo ni sombra. Haga memoria con el resto.
Hasta no hace mucho, los rivales del celeste en la B Nacional eran Argentinos Juniors (hoy, peleando el campeonato de Primera División con Estudiantes de La Plata); Godoy Cruz (hoy tercero en la máxima categoría); Tigre (hace un año y medio peleó el título en un triangular con Boca y San Lorenzo); y Huracán (el mismo que con el tiki-tiki de Ángel Cappa y un ex Belgrano como figura –Mario Bolatti– perdió el título en la última fecha del Clausura 2009). Sólo algunos ejemplos de quienes tienen un pasado y una categoría en común con la “B”.
Belgrano se despidió ayer del torneo y sabe a fracaso para sus hinchas, que tendrán que volver a transitar otra temporada el camino de la ilusión. Por segunda vez será la cuarta participación consecutiva en la B Nacional desde que el club está gerenciado y el más prolongado bajo una misma conducción. Nunca antes un presidente (o un gerenciador en este caso), estuvo tantos años en la segunda división. Los fracasos deportivos van en sentido contrario a la armonía institucional y económica. Ojalá, muy pronto, se den la mano y caminen juntos en el sentido del éxito. Por lo pronto, Belgrano sigue participando.
Muchas cosas parecen muy duras decrilas asi... pero en definitiva creo q tiene toda la razon, espero q todos podamos pensar en esto..