Tengamos memoria amigos. Ejercitemos un poco la memoria para saber como le fue al club de la mano de éste sátrapa. Terminamos yendonos a la quiebra en septiembre de 2001, todavía lo recuerdo con sumo dolor y frustración.
Lo que si quiero decir es que, con todo el amor que le tengo a Belgrano, si llegara a ganar las elecciones éste impresentable no renuevo mi carnet y dejo de ir a la cancha.